Existió un hombre muy poderoso que tuvo gran cantidad de ovejas. A fin de impedir su escape levantó un cerco. Sin embargo, algunas rompían la prisión y lograban fugar. Para evitar esto, el hombre poderoso trajo perros que las vigilaban noche y día.
A pesar de todo, algunas podían huir y otras eran muertas por los cuidadores que arruinaban su carne y su piel con feroces dentelladas. Entusiasmados con esto, penetraban al redil continuando la matanza.
Vio el hombre poderoso que el cerco era frágil para contenerlas y los cuidadores peligrosos.
Mandó entonces en busca de un mago. Este durmió a todas las ovejas y les hizo soñar que eran libres. Al despertar, siguieron creyendo que obraban voluntariamente y ya no abandonaron a su amo.
De este modo, el hombre poderoso retiró el cerco y los cuidadores, bastando tomar de las ovejas a su gusto cuando necesitaba de carne y de piel.
A pesar de todo, algunas podían huir y otras eran muertas por los cuidadores que arruinaban su carne y su piel con feroces dentelladas. Entusiasmados con esto, penetraban al redil continuando la matanza.
Vio el hombre poderoso que el cerco era frágil para contenerlas y los cuidadores peligrosos.
Mandó entonces en busca de un mago. Este durmió a todas las ovejas y les hizo soñar que eran libres. Al despertar, siguieron creyendo que obraban voluntariamente y ya no abandonaron a su amo.
De este modo, el hombre poderoso retiró el cerco y los cuidadores, bastando tomar de las ovejas a su gusto cuando necesitaba de carne y de piel.
(...)
1 comentario:
Ovejas a despertar! desperteMOS!
Publicar un comentario