(...)
La oveja es el espíritu del ser humano. El hombre poderoso, aquél que quiere utilizarlo. El cerco, los perros y el mago, son los ayudantes del opresor.
Cercar el espíritu es separarlo del mundo por la ignorancia. Rodearlo con cuidadores, es mantenerlo en la docilidad por la violencia y la fuerza, infundiéndole el temor. Finalmente, adormecerlo es degradar el espíritu con persuasión y bellas falsedades.
A través del tiempo se han usado esas tres formas de asesinato del espíritu.
La ignorancia y el temor no han sido suficientemente poderosos como para contener los impulsos de libertad. Por otra parte, un hombre ignorante y temeroso no es tan útil al opresor como aquel que ha sido instruido y no es necesario ejercer ya violencia en él porque está de acuerdo con la infamia.
Cuando un hombre no necesita de cercos ni de cuidadores y está conforme con la falsedad de su vida es porque su espíritu ha muerto.
Hay quienes venden su libertad interior con tal de lograr seguridad o bienestar material. Estos son los que se dicen libres porque no desean otra vida y les resulta injurioso quien habla de la necesidad del despertar.
Cuando los hombres duermen de este modo, colaboran con la opresión y producen en bien del opresor. A ellos de les considera "útiles" a las causas del Estado que a la vez sirve dócilmente a un imperio.
Un hombre que se ha degradado a tal punto es un triunfador y se lo pone como ejemplo de trabajo y superación. Ese recibe su paga a costa del sufrimiento de otros a quienes considera incapaces.
El triunfador puede llegar a serlo únicamente colaborando con los mandatos del amo se llame Estado, Moral o Religión.
El falso triunfador duerme, pero a menudo sus sueños están llenos de sobresalto porque tarde o temprano algunas ovejas despiertan y comienzan a despertar a las demás...Poco a poco en el redil se advierte que ya no se cree en la falsa libertad.
Los triunfadores no necesitan de esta enseñanza porque ya han saciado su ambición. ¿A qué tanto alboroto cuando es a los fracasados a quienes dirijo mi palabra?
Creo únicamente en aquellos que se reconocen fuera del cerco y no gozan de los beneficios del triunfador.
¡Ah triunfador! no puedes reprocharme que ho hable para ti, porque no me necesitas, ¿y si hablo para el que me necesita, a qué te metes conmigo?
Fracasados son los pobres y los enfermos y los sin fuerza y los sin porvenir. Son los que han sido defraudados en sus ideales, truncados en sus amores, escarmentados en su fé, traicionados en su bondad.
Cuando te reconozcas fracasado te daré consuelo porque entonces tuyo será el espíritu y descubrirás la necesidad de la liberación interna, la necesidad del renunciamiento, la necesidad de mata el deseo.
La oveja es el espíritu del ser humano. El hombre poderoso, aquél que quiere utilizarlo. El cerco, los perros y el mago, son los ayudantes del opresor.
Cercar el espíritu es separarlo del mundo por la ignorancia. Rodearlo con cuidadores, es mantenerlo en la docilidad por la violencia y la fuerza, infundiéndole el temor. Finalmente, adormecerlo es degradar el espíritu con persuasión y bellas falsedades.
A través del tiempo se han usado esas tres formas de asesinato del espíritu.
La ignorancia y el temor no han sido suficientemente poderosos como para contener los impulsos de libertad. Por otra parte, un hombre ignorante y temeroso no es tan útil al opresor como aquel que ha sido instruido y no es necesario ejercer ya violencia en él porque está de acuerdo con la infamia.
Cuando un hombre no necesita de cercos ni de cuidadores y está conforme con la falsedad de su vida es porque su espíritu ha muerto.
Hay quienes venden su libertad interior con tal de lograr seguridad o bienestar material. Estos son los que se dicen libres porque no desean otra vida y les resulta injurioso quien habla de la necesidad del despertar.
Cuando los hombres duermen de este modo, colaboran con la opresión y producen en bien del opresor. A ellos de les considera "útiles" a las causas del Estado que a la vez sirve dócilmente a un imperio.
Un hombre que se ha degradado a tal punto es un triunfador y se lo pone como ejemplo de trabajo y superación. Ese recibe su paga a costa del sufrimiento de otros a quienes considera incapaces.
El triunfador puede llegar a serlo únicamente colaborando con los mandatos del amo se llame Estado, Moral o Religión.
El falso triunfador duerme, pero a menudo sus sueños están llenos de sobresalto porque tarde o temprano algunas ovejas despiertan y comienzan a despertar a las demás...Poco a poco en el redil se advierte que ya no se cree en la falsa libertad.
Los triunfadores no necesitan de esta enseñanza porque ya han saciado su ambición. ¿A qué tanto alboroto cuando es a los fracasados a quienes dirijo mi palabra?
Creo únicamente en aquellos que se reconocen fuera del cerco y no gozan de los beneficios del triunfador.
¡Ah triunfador! no puedes reprocharme que ho hable para ti, porque no me necesitas, ¿y si hablo para el que me necesita, a qué te metes conmigo?
Fracasados son los pobres y los enfermos y los sin fuerza y los sin porvenir. Son los que han sido defraudados en sus ideales, truncados en sus amores, escarmentados en su fé, traicionados en su bondad.
Cuando te reconozcas fracasado te daré consuelo porque entonces tuyo será el espíritu y descubrirás la necesidad de la liberación interna, la necesidad del renunciamiento, la necesidad de mata el deseo.
Silo.
22 de Enero de 1969, Valparaíso.
22 de Enero de 1969, Valparaíso.