27 de junio de 2010

Los modelos de vida


  1. En tu paisaje interno hay una mujer, o un hombre ideal (según sea el caso), que buscas en el paisaje externo a través de tantas relaciones, sin poder jamás tocar. Salvo el corto período en que el amor completo deslumbra con su chispa, esos pedernales no coinciden en un punto preciso.
  2. Cada cual y a su modo, lanza su vida hacia el paisaje externo, buscando completar sus modelos ocultos.
  3. Pero el paisaje externo va imponiendo leyes propias y cuando pasa un tiempo, lo que fué el más acariciado ensueño resulta en una imagen por la que se experimenta ahora verguenza o, cuando menos, un desvaído recuerdo. No obstante, existen profundos modelos que duermen en el interior de la especie humana, esperando su momento oportuno. Esos modelos son la traducción de los impulsos que entrega el propio cuerpo al espacio de representación.
  4. No discutiremos ahora el origen ni la consistencia de tales modelos; ni tampoco hablaremos de la complejidad del mundo en que se encuentran. Habremos simplemente de anotar su existencia, destacando que su función es compensar necesidades y aspiraciones que, a su vez, motivan la actividad hacia el paisaje externo.
  5. Las culturas y los pueblos, dan su singular respuesta al paisaje externo, siempre teñida por modelos internos que el propio cuerpo y la historia, han ido definiendo.
  6. Es sabio quien conoce sus modelos profundos y más sabio es aún, quien puede ponerlos al servicio de las mejores causa.

Del libro "Humanizar la Tierra"
Silo

7 de junio de 2010

Dedicado a todos quienes buscan inspiración, a quienes la tienen firme y a todos quienes la han perdido.
De la "Belleza del Pensar" a la caída de la luz...







En www.youtube.com puedes encontrar la entrevista completa.

22 de mayo de 2010

El Capital Mundial


He aquí la gran verdad universal: el dinero es todo. El dinero es gobierno, es ley, es poder. Es, básicamente, subsistencia. Pero además es el Arte, es la Filosofía y es la Religión. Nada se hace sin dinero; nada se puede sin dinero. No hay relaciones personales sin dinero. No hay intimidad sin dinero y aún la soledad reposada depende del dinero.

Pero la relación con esa “verdad universal” es contradictoria. Las mayorías no quieren este estado de cosas. Estamos pues, ante la tiranía del dinero. Una tiranía que no es abstracta porque tiene nombre, representantes, ejecutores y procedimientos indudables.

Hoy no se trata de economías feudales, ni de industrias nacionales, ni siquiera de intereses de grupos regionales. Hoy se trata de que aquellos supervivientes históricos acomodan su parcela a los dictados del capital financiero internacional. Un capital especulador que se va concentrando mundialmente. De esta suerte, hasta el Estado nacional requiere para sobrevivir del crédito y el préstamo. Todos mendigan la inversión y dan garantías para que la banca se haga cargo de las decisiones finales. Está llegando el tiempo en que las mismas compañías, así como los campos y las ciudades, serán propiedad indiscutible de la banca. Está llegando el tiempo del Paraestado, un tiempo en el que el antiguo orden debe ser aniquilado.

Parejamente, la vieja solidaridad se evapora. En definitiva, se trata de la desintegración del tejido social y del advenimiento de millones de seres humanos desconectados e indiferentes entre sí a pesar de las penurias generales. El gran capital domina no sólo la objetividad gracias al control de los medios de producción, sino la subjetividad gracias al control de los medios de comunicación e información. En estas condiciones, puede disponer a gusto de los recursos materiales y sociales convirtiendo en irrecuperable a la naturaleza y descartando progresivamente al ser humano. Para ello cuenta con la tecnología suficiente. Y, así como ha vaciado a las empresas y a los estados, ha vaciado a la Ciencia de sentido convirtiéndola en tecnología para la miseria, la destrucción y la desocupación.

Los humanistas no necesitan abundar en argumentación cuando enfatizan que hoy el mundo está en condiciones tecnológicas suficientes para solucionar en corto tiempo los problemas de vastas regiones en lo que hace a pleno empleo, alimentación, salubridad, vivienda e instrucción. Si esta posibilidad no se realiza es, sencillamente, porque la especulación monstruosa del gran capital lo está impidiendo.

El gran capital ya ha agotado la etapa de economía de mercado y comienza a disciplinar a la sociedad para afrontar el caos que él mismo ha producido. Frente a esta irracionalidad, no se levantan dialécticamente las voces de la razón sino los más oscuros racismos, fundamentalismos y fanatismos. Y si es que este neo-irracionalismo va a liderar regiones y colectividades, el margen de acción para las fuerzas progresistas queda día a día reducido. Por otra parte, millones de trabajadores ya han cobrado conciencia tanto de las irrealidades del centralismo estatista, cuanto de la falsedades de la democracia capitalista. Y así ocurre que los obreros se alzan contra sus cúpulas gremiales corruptas, del mismo modo que los pueblos cuestionan a los partidos y los gobiernos. Pero es necesario dar una orientación a éstos fenómenos que de otro modo se estancarán en un espontaneísmo sin progreso. Es necesario discutir en el seno del pueblo los temas fundamentales de los factores de la producción.

Para los humanistas existen como factores de la producción, el trabajo y el capital, y están demás la especulación y la usura. En la actual situación los humanistas luchan porque la absurda relación que ha existido entre esos dos factores sea totalmente transformada. Hasta ahora se ha impuesto que la ganancia sea para el capital y el salario para el trabajador, justificando tal desequilibrio con el “riesgo” que asume la inversión... como si todo trabajador no arriesgara su presente y su futuro en los vaivenes de la desocupación y la crisis. Pero, además, están en juego la gestión y la decisión en el manejo de la empresa. La ganancia no destinada a la reinversión en la empresa, no dirigida a su expansión o diversificación, deriva hacia la especulación financiera. La ganancia que no crea nuevas fuentes de trabajo, deriva hacia la especulación financiera. Por consiguiente, la lucha de los trabajadores ha de dirigirse a obligar al capital a su máximo rendimiento productivo. Pero esto no podrá implementarse a menos que la gestión y dirección sean compartidas. De otro modo, ¿cómo se podría evitar el despido masivo, el cierre y el vaciamiento empresarial? Porque el gran daño está en la subinversión, la quiebra fraudulenta, el endeudamiento forzado y la fuga del capital, no en las ganancias que se puedan obtener como consecuencia del aumento en la productividad. Y si se insistiera en la confiscación de los medios de producción por parte de los trabajadores, siguiendo las enseñanzas del siglo XIX, se debería tener en cuenta también el reciente fracaso del socialismo real.

En cuanto a la objeción de que encuadrar al capital, así como está encuadrado el trabajo, produce su fuga a puntos y áreas más provechosas ha de aclararse que esto no ocurrirá por mucho tiempo más ya que la irracionalidad del esquema actual lo lleva a su saturación y crisis mundial. Esa objeción, aparte del reconocimiento de una inmoralidad radical desconoce el proceso histórico de la transferencia del capital hacia la banca resultando de ello que el mismo empresario se va convirtiendo en empleado sin decisión dentro de una cadena en la que aparenta autonomía. Por otra parte, a medida que se agudice el proceso recesivo, el mismo empresariado comenzará a considerar éstos puntos.

Los humanistas sienten la necesidad de actuar no solamente en el campo laboral sino también en el campo político para impedir que el Estado sea un instrumento del capital financiero mundial, para lograr que la relación entre los factores de la producción sea justa y para devolver a la sociedad su autonomía arrebatada.

Capítulo uno
El Documento del Movimiento Humanista
“Cartas a mis Amigos”, Sexta carta a mis amigos
Silo

17 de mayo de 2010

La doctrina del shock

"Un trauma colectivo, una guerra, un golpe de estado, un desastre natural, un atentado
terrorista nos hace entrar en estado de shock. Y como el prisionaero en la sala de interrogatorios, también nos volvemos más infantiles. Propensos a seguir a líderes que
afirman protegernos. Alguien entendió este fenómeno desde muy temprano (...)"

19 de abril de 2010

Credo por la Paz, por Martin Luther King


Hoy, en la noche del mundo, con la esperanza de la Buena Nueva, afirmo con audacia mi fe en el porvenir de la Humanidad.

Rechazo la idea de que en las actuales circunstancias las personas estén incapacitadas para hacer una Tierra mejor.

Rechazo la opinión de quienes consideran que las personas están de tal manera prisioneras en la noche sin estrellas de la guerra y el racismo, que nunca podrá llegar a ser realidad la aurora luminosa de paz y fraternidad.

Rechazo la predicción según la cual los pueblos descenderán uno tras otro por el torbellino del militarismo hasta el infierno de la destrucción atómica.

Creo que la Verdad y el Amor incondicional tendrán efectivamente la última palabra, pues la Vida -aunque provisoriamente derrotada- es siempre más fuerte que la muerte.

Creo firmemente que aun en medio de las bombas que estallan y los cañones que truenan, permanece la esperanza de un mañana luminoso.

Tengo el coraje de creer que un día todos los habitantes de la Tierra tendrán sus tres comidas por día para la vida de su cuerpo, educación y cultura para la salud de su espíritu, igualdad y libertad para la vida de sus corazones.

Creo igualmente que un día toda la Humanidad reconocerá en Dios la fuente del Amor, que la bondad salvadora y pacífica será algún día la Ley, que el lobo y el cordero reposarán juntos, que toda persona se sentará bajo su higuera en su propia viña y que nadie tendrá motivo
para tener miedo.

Creo firmemente que obtendremos la victoria.

Te invitamos

Reuniones todos los jueves a las 19:00 hrs,
para más detalles escríbenos a
lacaidadelaluz@gmail.com

Paz en el corazón, Luz en el entendimiento.

Origen del Universo

La Luz convergió sobre sí y esto dio lugar al surgimiento de expresiones energéticas y materiales densas. Ese fue el paso de la caída de la luz. Aquello provocó la explosión original, y desde ese centro, proyectándose desde ese centro, radiación y masa de materia ígnea se expandieron a velocidades crecientes. De este modo, lo que fue configurándose como nebulosas, galaxias, soles, planetas y lunas de distintos sistemas, se sigue acelerando mientras se aleja de su centro original describiendo ciclos espiralados. A medida que se alejan esos cuerpos van regresando a su origen por su trayectoria curva, mientras se aceleran aproximándose a la velocidad de la luz. Finalmente, todos los cuerpos terminarán convirtiendo su materia en energía radiante y esta energía se transformará en luz que convexionará sobre un centro desde todas las direcciones del espacio curvo, para producir una nueva explosión creativa.

En síntesis: la Luz es eterna, es el origen y fin del Universo.


H. Van Doren.
Siloísmo, doctrina y práctica.